lunes, 15 de septiembre de 2025

Notas sobre el pensamiento no-dual (Richard Rohr)

 

EL PENSAMIENTO NO DUAL

(Richard Rhor)

A. ¿Qué es el pensamiento no-dual?

1.   Una forma de ver más amplia

o  El pensamiento no-dual no divide la realidad en “blanco o negro”, “correcto o incorrecto”, “sagrado o profano”.

o  Reconoce que la verdad suele estar en la paradoja, en la unión de opuestos, y que la vida no se deja encasillar en categorías simples.

2.   Mente contemplativa

o  Rohr llama a esto también la mente contemplativa: la capacidad de estar presente, abierto y receptivo sin necesidad inmediata de juzgar o controlar.

o  Es la mente que sabe “sostener la ambigüedad y el misterio” sin ansiedad.

3.   Más allá del ego y la necesidad de certeza

o  El ego busca seguridad dividiendo: nosotros/ellos, bueno/malo, éxito/fracaso.

o  El pensamiento no-dual, en cambio, es humilde: reconoce que no lo entiende todo, pero confía en que Dios, o la Realidad Última, sostienen el todo.

4.   Ejemplo bíblico y espiritual

o  Rohr señala que Jesús mismo vivió y enseñó desde una lógica no-dual: podía amar a los pecadores y denunciar la injusticia; podía ser humano y divino; podía hablar en paradojas (“el último será el primero”).

o  Esto no elimina las diferencias, pero invita a ver cómo se integran en una visión mayor.

5. Diferencias clave con el pensamiento dualista

·      Dualista: Divide y juzga rápido. “Esto está bien, aquello mal”. Necesita certezas.

·      No-dual: Tolera el “ya y todavía no”. Integra contrarios. Reconoce la complejidad y la unidad subyacente de todas las cosas

Aprender a pensar de manera no-dual es el corazón de la vida contemplativa y el camino hacia una espiritualidad madura.

B.  EJEMPLOS PRÁCTICOS

* En la vida personal

·      Dualista: “O estoy feliz o estoy triste, una de las dos.”

·      No-dual: “Puedo sentir gratitud y tristeza al mismo tiempo. No son opuestos excluyentes; ambas emociones son parte de mi humanidad.”

 Práctica: Cuando notes una emoción “contradictoria”, respírala sin tratar de eliminarla. Reconoce que ambas pueden coexistir.

 *En las relaciones

·      Dualista: “Si no estás de acuerdo conmigo, estás contra mí.”

·      No-dual: “Podemos pensar distinto y aun así seguir conectados. La relación es más grande que la opinión.”

Práctica: Escuchar sin necesidad de ganar la discusión. Haz una pregunta curiosa en vez de una réplica defensiva.

*En el trabajo

·      Dualista: “O tengo éxito  o soy un fracaso.”

·      No-dual: “Mi valor no depende solo del resultado. Puedo aprender incluso de los errores, que también forman parte de mi crecimiento.”

Práctica: Al evaluar un proyecto, busca tanto los logros como los aprendizajes, no solo los “aciertos”.

*En la espiritualidad

·      Dualista: “Lo sagrado está en la iglesia; lo profano en la calle.”

·      No-dual: “Dios está en todas partes: en la oración y en la vida cotidiana, en lo ordinario tanto como en lo extraordinario.”

Práctica: Antes de una tarea sencilla (cocinar, manejar, limpiar), respira y di: “Esto también es oración.”

*En la sociedad

·      Dualista: “Las personas son buenas o malas.”

·      No-dual: “Cada persona es más compleja: capaz de actos nobles y de errores. Yo también.”

 Práctica: Cuando juzgues a alguien, busca reconocer al menos una cosa positiva o humana en esa persona.

En resumen, el pensamiento no-dual no borra las diferencias, pero se niega a reducir la vida a extremos simples. Nos entrena en la paciencia, la compasión y la amplitud de mirada.

Aquí tienes un ejercicio diario de 5 minutos para entrenar el pensamiento no-dual, inspirado en la práctica contemplativa que propone Richard Rohr:

 

C.  ENTRENANDO LA MENTE NO-DUAL

(ejercicio de 5 minutos)

 

1. Silencio inicial (1 minuto)

·      Siéntate cómodo.

·      Respira profundo un par de veces.

·      Repite suavemente una palabra que te centre (paz, Dios, amor, vida).

2. Observa sin juzgar (2 minutos)

·      Deja que pasen pensamientos, emociones o preocupaciones como nubes.

·      Cada vez que aparezca un juicio (“esto es bueno / esto es malo”), dite:
“Lo sostengo, pero no lo defino.”

·      Simplemente reconoce lo que surge, sin clasificarlo.

3. Abraza la paradoja (1 minuto)

·      Recuerda una situación de tu día que te genere emociones mezcladas (ejemplo: alegría por un logro, pero cansancio por el esfuerzo).

·      Nómbralas ambas: “Me siento agradecido y cansado.”

·      Permite que coexistan, sin forzar que una elimine a la otra.

4. Cierre y envío (1 minuto)

·      Termina repitiendo:
“La vida es más grande que mis categorías. Todo está sostenido en la unidad.”

·      Lleva esa apertura al resto del día.

Practicado con constancia, este ejercicio entrena tu mente a reconocer la unidad dentro de la diversidad, y a vivir con más paciencia, compasión y amplitud de mirada.

 

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